La nueva normalidad, un nuevo desafío
Terminado el estado de alarma y las semanas de incertidumbre, ya llevamos algunos días inmersos en lo que ha venido en llamarse la nueva normalidad.
Todos tenemos claro que nos adentramos en un tiempo, en el mejor de los casos de muchos meses, en el que no podremos hacer las cosas como las hacíamos antes. Las personas, el único activo imprescindible de nuestra empresa, hemos tenido que adaptarnos a esta nueva situación, normal o no.
Conciliación y sostenibilidad
Aun cuando hemos abierto nuestras oficinas hemos permitido a todo nuestro equipo que siga trabajando desde casa si así lo desean. De este modo logramos que puedan conciliar mejor su vida familiar, ya que algunos de nosotros tenemos hijos pequeños que tampoco pueden hacer vida normal y, dado el riesgo, los abuelos han dejado de ser una alternativa.
Es cierto que en las reuniones virtuales de las mañanas se escuchas algunas vocecillas reclamando algo de atención, pero es un peaje que vale la pena pagar si nuestros compañeros pueden atender mejor a sus familias y su trabajo.
Con esta medida, también hemos hecho descender la huella contaminante de Cepetec, aun no lo hemos calculado, pero es evidente que hemos reducido considerablemente el consumo de combustibles fósiles haciendo desaparecer muchos desplazamientos a nuestras oficinas. También la huella energética, por el descenso del consumo de luz, aire acondicionado, etc.
Esto también es trasladable a las propias peritaciones que, en la medida de lo posible y siempre que la calidad del resultado de nuestro trabajo no se resienta, estamos realizado a través de vídeo.
Las personas, nuestro mejor valor
Y con todo, creo que lo más importante, reducimos los contactos personales entre nosotros y con el resto de las personas que tratamos con lo que, modestamente, también reducimos las posibilidades de transmisión del Covid 19.
Pues todo esto ha sido posible porque en Cepetec hemos descubierto que somos capaces de hacer muchas cosas nuevas y tenemos la firme convicción de que podemos y debemos colaborar en la lucha por superar esta situación para recuperar nuestras vidas, tal como eran antes.
Por todo eso y porque nunca olvidamos que el valor más importante es el valor de las personas.
