Los equipos de trabajo en tiempos de COVID19

La historia nos irá dando diversas visiones de lo ocurrido en el segundo trimestre del año 2020, una época tan extraordinaria que ninguno de nosotros, ni tan siquiera el mejor guionista de series de éxito, podía imaginar. El #COVID19 ha supuesto un vuelco a nuestras vidas y probablemente las cambie para siempre.

De todas las circunstancias que han rodeado este momento, una de las más destacables, aparte de la respuesta sanitaria, ha sido la reacción de muchas empresas para iniciar procesos de trabajo a distancia en tiempo récord.

La adaptación por obligación

Desde el entorno del sector servicios, el que más conozco, ha sido verdaderamente extraordinario como todos los actores de la producción adaptaron en días, o incluso horas, su funcionamiento de acuerdo a los cambios que se iban produciendo. Ese nivel de adaptación demuestra cual es una de las mejores cualidades del ser humano y, una vez más en su conjunto, nos da una lección de que en grupo somos capaces de todo.

Precisamente, una de las explicaciones que se me ocurren para todo esto es que la necesidad de adaptación urgente, imperativa y sin posibilidad de negociación, soslayó cualquier impedimento. El único camino posible era poner en marcha estrategias para seguir funcionando.

Esta nueva realidad profesional tendrá repercusiones en todos los ámbitos, pero en este caso quiero poner el foco sobre el cambio de los equipos en el modelo de gestión de servicios.

Más «preparados» de lo que creíamos

Estábamos más preparados de lo que creíamos para trabajar en equipo de manera no presencial, o, mejor dicho, hemos podido reproducido casi de manera literal, la interacción de los espacios profesionales utilizando las herramientas tecnológicas con las que contamos.

No es extraño, pues en otros ámbitos ya lo habíamos hecho. Nuestras relaciones sociales con amigos y familias se basan, en muchas ocasiones, en contacto mediante herramientas de mensajería instantánea o similares. También conocemos las actividades de nuestro entorno personal y profesional a través de redes sociales. Por lo que, si tu equipo de trabajo mantenía una buena relación profesional, el entorno, digital o no, se convierte en una mera anécdota.

Interrupciones y creatividad

Cualquier estudio sobre la gestión del trabajo deja claro que uno de los enemigos de la productividad son las interrupciones. Aunque muchas veces en el entorno de estas, se producen ideas creativas que van dando forma a productos, modelos de gestión o soluciones surgidas en el día a día. Pese a ello, al revés de lo que podría parecer, la adaptación del equipo hace que las interrupciones sin mucho fundamento no se produzcan y se mantengan los momentos creativos que sirven para la mejora y el desarrollo de los equipos.

El desafío es la continuidad

Dentro de la gestión de los equipos tendremos que dar tiempo a la evolución de esta nueva situación. Es posible que algunos actores, desde los CEO hasta los auxiliares administrativos, deban adaptarse a una nueva situación en la que, desde la soledad de un espacio de trabajo independiente, sin salir de su casa para ir al centro de trabajo, mantengan la concentración y la visión de equipo durante meses o incluso años.

¿La nueva rutina?

Las mujeres y los hombres, estamos acostumbrados desde que somos pequeños a levantarnos por la mañana, ir al colegio, universidad o centro de trabajo, donde desarrollamos nuestras actividades y, después de la jornada, regresar a casa.

Una vez pasada la urgencia de la nueva situación, una vez asentados y, sobre todo, con la expectativa de un medio plazo de #teletrabajo, será necesario desarrollar estrategias y formación para evitar que la pérdida de contacto físico no signifique rupturas en el entorno del equipo y de sus dinámicas positivas.

Por tanto, según mi visión, la nueva situación profesional llevará a un modelo mixto, en el que la presencia física del equipo se podrá sustituir por las más que probadas herramientas informáticas, donde la autonomía de cada puesto de trabajo deberá mantenerse bajo supervisión y donde será más complicado percibir avances que no se reflejen en los fríos números.

Por otra parte, tendremos una época sin atascos, con mayor conciliación y, posiblemente, equipos con ganas de mantener, al menos en parte, su nueva forma de trabajar. Y, eso, supone una fuerza motriz que puede significar que la balanza se decante, en esta nueva rutina, a la que todos tenemos que adaptarnos.

Carlos Muñoz Echeverría es Perito de Seguros IRD ELAE desde hace años  y Socio propietario de CEPETEC S.L. 

#somosperitos #elvalordelaspersonas

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